El ensamblaje

Un arte sutil característico de los vinos de Champagne

Después de la clarificación, los vinos están listos para el ensamblaje. El viñedo de Champagne tiene la singularidad de estar particularmente “fraccionado”. Un mosaico de parcelas, de variedades de uva, de suelos y subsuelos, algunas de ellas separadas más de 130 km y que, cada una, dará vinos con propiedades únicas. Propiedades que también varían de un año a otro, bajo la influencia de las variaciones climáticas: el sol, la lluvia, etc. Otras tantas posibilidades y múltiples características, que ofrecen al elaborador una inmensa paleta con la que puede componer y crear el Champagne que desea.

El arte del Champagne es el ensamblaje y siempre lo ha sido. Al igual que un maestro perfumista crea una fragancia a partir de mil esencias posibles, el Jefe de bodega buscará la complementariedad, el equilibrio y el carácter. Una o varias variedades de uva, uno o varios crus o incluso el ensamblaje de vinos de un mismo año para grabar a fuego la excelencia de una cosecha. Cada Champagne tendrá una identidad propia, la marca de las Mujeres y los Hombres que trabajan a diario para producir el vino más prestigioso del mundo.