Estructurar la viña
A finales de mayo, las ramas se han desarrollado bien. Alcanzan unos 50 cm. Para permitir el paso entre las hileras, necesario para realizar todos los trabajos de mantenimiento de la vid, el viticultor desea levantarlas y mantenerlas en posición vertical. Esta operación también favorece el escalonamiento del follaje y la aireación de los racimos.
La operación es delicada, ya que no todas las ramas tienen la misma longitud y no están orientadas en la misma dirección. Esto nos recuerda que la vid es ante todo una planta trepadora que hay que domesticar. Este trabajo modela la arquitectura de la viña y, por tanto los paisajes de la región de Champagne.
