Una cuidadosa selección al servicio de la uva
El espergurado o desbrote, como su propio nombre indica, consiste en eliminar todos los brotes no fructíferos (denominados ”chupones”). El objetivo es cerciorarse que la savia no se desvíe de los brotes principales, que darán los futuros racimos. También en este caso, la operación se realiza completamente a mano. Requiere todo el sentido común del viticultor, que debe decidir qué brotes quitar y cuáles conservar.