La economía circular en el sector del Champagne
Champagne lleva más de un siglo practicando la economía circular. La valorización de los "marcs", los fangos y las lías en el sector de la destilación permite transformar estos subproductos en multitud de nuevos productos: bioetanol, alcoholes para usos de boca, aceite de pepitas de uva, abono, compost, piensos, etc. Así, cada año se valorizan aproximadamente 110.000 toneladas de subproductos vinícolas en las destilerías.
En el viñedo, los sarmientos, madera procedente de la poda de las vides, se trituran y se reincorporan al suelo. Así, cada año 80.000 toneladas de sarmientos contribuyen al aporte de materia orgánica necesaria para la vida de los suelos.
Medidas concretas para desarrollar una economía circular
La elaboración del Champagne, como cualquier otra actividad agroalimentaria, consume necesariamente recursos y genera residuos. Cada año se producen aproximadamente 10.000 toneladas de residuos. En cambio, aunque son inevitables, los actuales retos ambientales exigen trabajar en su revalorización y reutilización. En la actualidad, se trata y valoriza el 92% de los residuos.
El sector del Champagne se está movilizando para reducir y reciclar sus residuos en la medida de lo posible. A través de un largo trabajo, realizado durante los últimos treinta años, hace todo lo necesario para convertir sus residuos en recursos para otras industrias. Por ejemplo, la región de Champagne ha contribuido a establecer un sector nacional de reciclaje de envases de plástico de los productos de limpieza.
Es una auténtica lógica de mejora continua, para que el procedimiento sea global y se refiera a todos los residuos procedentes de la actividad vitivinícola.
Empresas comprometidas con la economía circular
Día tras día, nuevas medidas completan el procedimiento, para confluir en un ahorro de recursos y en la reutilización de los recursos.
Así, el sector ha implantado, con sus socios regionales y sus proveedores, un programa de ecología industrial y territorial que tiene como finalidad valorizar el máximo de recursos procedentes de sus actividades. El objetivo es pasar de una economía lineal a una economía circular.
De una economía lineal hacia una economía circular. Los residuos de unos se convierten en los recursos de otros.
Se han desplegado varias acciones significativas:
- Recogida y reciclaje de los soportes de etiquetas autoadhesivas en asociación con los fabricantes de etiquetas y los impresores;
- Recogida de tapones de corcho usados procedentes del proceso de elaboración y de las degustaciones para su reciclaje por el ESAT Les Ateliers de la Vallée (centro de ayuda al trabajo para personas con discapacidad) en colaboración con los fabricantes de tapones del territorio;
- Compra agrupada de energía verde;
- Recogida de palés rotos para repararlos y reutilizarlos;
- Búsqueda de salidas para valorizar las estructuras y las cepas de vid.
Este planteamiento de economía circular a escala de las empresas integra el conjunto de los actores locales en un procedimiento sostenible y ambiental. En este aspecto, es creador de intercambios y de empleos y contribuye al desarrollo territorial.