A principios de los años 2000, el sector del Champagne realizó su primera auditoría ambiental. A continuación, realizó su primer balance de carbono en 2002/2003, es decir, evaluó la cantidad de gases de efecto invernadero inducida por la actividad relacionada con el Champagne.

Al contrario de lo que se pueda pensar, no es la gestión de la viña ni la elaboración del vino lo que genera más carbono...

Las mayoría de las laderas de Champagne se dedican al cultivo de la vid. Pero también albergan una fauna y una flora abundantes, que hay que proteger. Champagne se ha dotado de herramientas colectivas para limitar su impacto en la biodiversidad local.

¿Sabe cuántas especies de plantas o incluso de aves hay en Champagne?

Con condiciones climáticas que cambian rápidamente, la gestión del agua es un elemento clave para anticiparse al futuro. La denominación Champagne se organiza colectivamente para limitar su impacto sobre los recursos hídricos.

Pero concretamente, ¿qué acciones se han puesto en práctica?

"Nada se crea, nada se destruye, todo se transforma." La región de Champagne se moviliza para valorizar al máximo sus residuos y la biomasa vitivinícola. Extender la economía circular a todos los residuos y subproductos es un auténtico reto para la región de Champagne.

¿Le interesa la economía circular en Champagne?

Al intentar implantar una certificación ambiental para todos los actores del sector, las pequeñas acciones de cada productor de Champagne pueden contribuir a limitar el impacto ambiental.

Existen diferentes certificaciones reconocidas en Champagne, pero ¿las conoce?